Plato combinado de restaurante
Aquellos maravillosos años en los que no se pedía el plato por su nombre sino por su número, y con su mera mención se nos hacía la boca agua… Los platos combinados representaban la mágica posibilidad de reunir todos los antojos: patatas fritas, pimientos verdes y pollo asado, para unos; lomo, huevo frito y tomate al horno, para otros.
Chef, prepárate, el mítico formato de plato combinado está de vuelta. ¿Cómo lo sabemos? Sigue leyendo.
El plato combinado vuelve a estar de moda
1. Un concepto en línea con los nuevos hábitos de consumo
‘Revival’ sí, pero adaptado a la actualidad. O sea, lo de antes está de moda, siempre y cuando pueda presumir de nivelazo. Porque hoy los paladares son más finos y con más experiencia que hace unas décadas, porque el cliente sale, sabe y prueba más. Con su trayectoria, se ha vuelto más exigente y espera calidad. Lo demuestra el auge de la tendencia gourmet que ha tomado desde los bocadillos, hasta las salchichas, las hamburguesas y los vermuts, entre otras especialidades culinarias.
Así, hay grandes variaciones, sobre todo en la calidad y origen de la materia prima. En eso y también en cómo respetan la temporada de los alimentos.
El plato combinado es un básico de nuestra cultura gastronómica popular.
2. Los platos combinados favorecen la versatilidad y la creatividad
Nuestra sociedad se ha vuelto más sibarita: nos gustan las experiencias nuevas, y más aún si tienen estilo. Sino, que se lo digan a la armada ‘foodie’, que vive y se desvive para inmortalizar y compartir en las redes sociales todos los platos bonitos con los que se cruza. He aquí la suerte de los platos combinados: ¡se puede hacer de todo y más! Desde fórmulas tradicionales a otras con un toque de creatividad e ingenio, ya sea jugando con ingredientes internacionales, colores, variando la presentación de los alimentos o apostando por diversificar salsas y ‘toppings’ (como la cebolla frita, los frutos secos caramelizados, los picatostes…), que levantan pasiones.
También salsas: mayonesa tradicional o personalizada con condimentos, vinagretas, etc. A todos nos gusta mojar pan, carne, verduras o patatas. Y si tenemos varias opciones, mejor. Así pues, en un plato combinado no hay nada más apetecible que disponer varios cuencos (de pequeño tamaño) con salsas para que el comensal pueda dar rienda suelta a sus gustos.
Hoy la materia prima es más gourmet y las combinaciones responden a las nuevas expectativas saludables de los comensales.
3. Fans del pica pica
Reconozcámoslo, somos un país propenso al picoteo, al pica-pica y a cualquier costumbre que implique comer un poco de todo a la vez y a un precio razonable. Es algo “muy nuestro”, como se suele decir, y el furor que causan tapas y pinchos en todo el país son la mejor prueba de ello. Pero, casualidades de la vida, los platos combinados vienen a ser más o menos eso: un poco de todo en un mismo plato y en formato de consumo individual ¡Ideal!
4. El triunfo del ‘vintage’, también en la cocina
Si un lema caracterizara la cocina de hoy éste sería: “que vuelva lo clásico”. Y es que hay todo un movimiento de adeptos que trabaja en la valorización de los orígenes y en la recuperación de la tradición para darles una segunda juventud (¿o quizá inmortalidad?). Recetas y fórmulas de toda la vida, olvidadas un tiempo, vuelven hoy a las cartas pisando fuerte. Y seguro que el plato combinado será otro caso de éxito, pues es puro costumbrismo nacional, vamos.
Recetas de toda la vida y utensilios, como las bandejas de aluminio, que apelan a la nostalgia, son la fórmula de éxito.
5. Una fórmula que apela a la nostalgia
La nostalgia parece haberse apoderado pues de chefs y gastrónomos. Y este formato culinario logra tocar la fibra sensible del público que más sale a cenar fuera, es decir los de 25 a 50 años. Esos mismos que han crecido a base de platos combinados y que se morirán para volver a pedir un nº3 mientras recuerdan aquellos veranos con la familia, aquellas escapadas con los amigos o incluso las risas en el comedor del cole (en Lovnis sirven sus creaciones en bandejas de aluminio como homenaje a las cantinas infantiles). Sí, el plato combinado es todo un icono de nuestra cultura gastronómica popular y tiene una gran acogida por parte del público. Es un formato emocional, de recuerdo, al que nos identificamos, muy cercano, porque nos trae en mente momentos agradables.
6. Cultura del reaprovechamiento con el plato combinado
Entre unos y otros platos combinados también se puede sacar partido. Genial, ¿verdad? En efecto, la variedad de combinaciones da rienda suelta a complementos extras y variaciones sin límites. Con las sobras de carne se pueden hacer croquetas como guarnición a otro plato combinado, o con las verduras, ensaladilla rusa, por poner algunos ejemplos. Una apuesta que supone ahorro para el negocio y favorece la sostenibilidad.
También te puede ayudar hacer un buen escandallo de costes y conocer cómo gestionar las mermas en tu cocina.
7. ¿A quién no le gustan los platos combinados?
Nada más que añadir, es hora de añadir al menos un plato combinado en tu carta.
