Las sales gourmet sirven para desmarcarse, dar la nota justa, diferente y sutil a cualquier preparación culinaria. Juega con la variedad y la elegancia.
Se sazona, hoy en día, con cristales finos, finísimos o también gruesos. A veces incluso con sal líquida o flores de sal. Todas procedentes del mar, del suelo o, cómo no, de saleras, pero siempre natural. Blanco, gris, rojo, rosado o negro, incluso a veces multicolor.
Sal de mesa, la de toda la vida, sal kosher, ahumada, afrutada o sazonada para cobrar más vidas en forma de nuevos aromas, nuevos sabores.