Principales defectos del arroz
A continuación, se descibren los errores más comunes que se pueden cometer al hacer un arroz. Evitar estos errores te ayudará a cocinar el mejor arroz posible.
- PASADO: Cuando el arroz se abre, suele ser un desastre, debido al exceso de caldo en la receta. Es crucial calcular correctamente la cantidad de caldo necesaria.
- CRUDO: La tendencia reciente hacia los arroces duritos o al dente puede complicar la digestión. Aunque es un truco utilizado en restaurantes para evitar arroces pasados, llevarlo al extremo puede hacer las digestiones más pesadas y largas.
- INSÍPIDO: La falta de ese sabor umami hace que la degustación del arroz sea poco satisfactoria. Es importante asegurar que el arroz tenga un perfil de sabor equilibrado.
- SALADO: Un exceso de sal arruina un buen arroz. La proporción adecuada de caldo y sal es crucial; demasiada sal intensificará el sabor y convertirá el arroz en algo incomible.
- DEMASIADO SABROSO: Un arroz demasiado sabroso puede saturar el paladar y afectar negativamente la experiencia gastronómica. La intensidad del sabor debe estar equilibrada con la cantidad de arroz servida (igual que con el sabor de los caldos si se va a evaporar mucho por la alta potencia del fuego usado).
- RESECO: El arroz debe tener una textura cremosa y jugosa. Los arroces resecos, donde el socarrat se ha llevado al extremo, pierden su jugosidad y resultan poco apetecibles.
- ACEITOSO: El exceso de aceite puede hacer que el arroz sea pesado y denso, afectando negativamente la experiencia culinaria debido a la saciedad que generan las grasas.
- QUEMADO: Controlar el punto justo entre el famoso socarrat y el arroz quemado es crucial para una buena preparación.
- COLOR: Desde el blanco soso hasta el dorado brillante, el color del arroz juega un papel importante en su apariencia visual y sabor. Apuntar hacia un dorado perfecto puede ser nuestro objetivo al cocinar arroz.
Estos consejos pueden ser de gran ayuda para mejorar las habilidades culinarias con el arroz. La práctica constante es fundamental para alcanzar la maestría en la preparación de arroces.
Es recomendable aplicar estos consejos en todas las recetas creadas, aprovechando al máximo los productos Knorr Professional. ¡Seguir experimentando y perfeccionando las técnicas cada día llevará a un mejor resultado!
¿Qué pasa si no peso mis ingredientes?
Ahora que se han detallado los 9 principales errores al hacer un arroz, es importante centrarse en uno de los principales culpables: el conocido "Ojímetro".
El "ojímetro" en la cocina es uno de los métodos más comunes entre los cocineros no profesionales: un poquito más, un puñado menos, hasta que alcance esta línea, o simplemente la "cantidad suficiente"... Todo esto está bien si tienes años de experiencia cocinando y no te importa que el resultado final pueda variar.
Sin embargo, si buscas que tu arroz salga siempre igual de perfecto, es imdispensable utilizar la báscula. Este dispositivo de precisión permite pesar cada uno de los ingredientes, asegurando así un sabor casi idéntico en todos tus platos de arroz.
La importancia de pesar los ingredientes del arroz
Un ejemplo con el caldo: si se pesa la cantidad de pollo, verduras, sal, aceite, especias y agua que se añade al caldo, siempre se mantendrá la misma proporción de ingredientes en la olla.
Luego, cuando se ponga el caldo a hervir, se prueba cada 10 minutos aproximadamente. Una vez que esté listo, se puede apagar el fuego, colar el caldo y pesarlo.
Siempre que se repita este proceso y la cantidad final sea la misma que se obtuvo en la primera prueba, se garantizará el mismo sabor para tus arroces.

Cómo rectificar el arroz
Una vez que se ha terminado de preparar el caldo, si al pesarlo se encuentra que hay menos cantidad de la especificada en la receta, se añade agua. Por otro lado, si el peso del caldo excede el indicado en la receta, se deja reducir un poco hasta alcanzar la cantidad exacta especificada.
En conclusión, el "ojímetro" es el gran enemigo para lograr la uniformidad en los arroces. Si deseas asegurar el éxito constante y evitar depender de la suerte, pesa todos los ingredientes y sigue los pasos precisos.
El "ojímetro" es el gran enemigo para lograr la uniformidad en tus arroces.